jueves, junio 22, 2006

Homenaje a Marshal Mc Luhan


Marshal Mc Luhan, un profesor canadiense de lengua inglesa, saltó a la fama en 1964 cuando publicó Understanding Media. El libro, sin recursos publicitarios, se trasformó en un best seller en Harvard y otras universidades.

¿Cuál era el particular enfoque de Mc Luhan? Esencialmente, podría decirse que no tenía ninguno. La aproximación de Mc Luhan a un determinado problema partía de negar un punto fijo puesto que la comprensión requiere siempre, para él, un enfoque multidimensional. Con total libertad, sus escritos carecen de argumentaciones complejas o de tesis alguna que se desarrolle linealmente a lo largo de sus páginas.

Cabe pues recordar anecdóticamente que cuando le preguntaban a Mc Luhan qué era la verdad, él elegía responder con una cita de Hércules Poirot, el detective de Aghata Christie:

Es todo lo que patea el tablero

Y en ese sentido, es innegable que Mc Luhan fue, en efecto, un hombre libre. Su lápida reza, con tipografía digital analógica:

La verdad nos hará libres.

Diarios y revistas lo recordaron a su muerte apelando a los calificativos más enfáticos con los que en vida lo habían celebrado o pradodiado: "Místico de la Aldeal Electrónica", "El más hippie entre los académicos y el más académico entre los hippies" son algunos ejemplos elocuentes.

Las persepctiva de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación social, se ha dado en llamar "determinismo tecnológico". Aunque es probable ver en él también, un visionario. En efecto, cuando Mc Luhan murió, la televisión por cable aún no era una realidad mundial, los habitantes de la "Aldea global", aún poco sabían sobre interactvidad, e-books, multimedia, videoconferencias... pero la obra de Mc Luhan, nos ha dejado un marco teórico que nos permite estudiar y comprender la naturaleza de estos nuevos medios que han revolucionado la historia de la comunicación de la humanidad.

Redefiniendo medios y mensajes

Cuando Mc Luhan, promediando la década del 60, llamó por primera vez la atención del público, hubo quienes interpretaron que lo que el hacía era promover el fin de la cultura del libro para propiciar la era de la televisión. Pero en realidad, lo que él hacía no era sino advertir sobre el poderoso potencial del nuevo medio. Se sabe que en su vida privada, Mc Luhan rechazaba a la TV a tal punto que le pedía a su hijo que impidiera que sus nietos la vieran. En efecto, llamó a la TV, "el gigante tímido" y pretendía promover una concientización respecto a su enorme poder.

El pensamiento de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación se inicia a partir de las siguientes ideas:

1. Somos lo que vemos

2. Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman

En esta línea, podría afirmarse, que veía en los medios antes agentes de "posibilidad" que de "conciencia", esto es que podrían los medios compararse a caminos y canales antes que obras de valor artístico o modelos de conducta a seguir.

Es habitual que pensemos que los medios no son sino fuentes a través de las cuales recibimos información, pero la concepción de Mc Luhan era que cualquier tecnología (todo medio) es una extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Los medios tecnológicos son entendidos como herramientas que extienden las habilidades humanas, del mismo modo que una bicicleta o un automovil son una extensión de nuestros pies... la computadora sería una extensión de nuestro sistema nervioso central.

El medio es el mensaje

La famosa frase "El medio es el mensaje" nos lleva a la preguntarnos qué es el medio y qué es el mensaje.

Así como el medio es entendido como una extensión del cuerpo humano, el mensaje no podría ser entonces simplemente reducido a "contenido" o "información", porque de esta forma, excluíriamos algunas de las características más importantes de los medios: su poder para modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. En esta línea, Mc Luhan definirá al "mensaje" de un medio como todo cambio de escala, ritmo o pautas que ese medio provoque en las sociedades o culturas. De esta forma, el "contenido" se convierte en una ilusión, en el sentido que este se encuentra enmascarado por la intervención del medio (la mediatización).

Medio y mensaje fucionan en pareja puesto que uno puede contener a otro: el telégrafo, contiene a la palabra impresa, que contiene a la escritura, que contiene al discurso... y así, por lo que el contenido se convierte en el mensaje del medio continente.

Habitualmente no notamos que existe interacción entre los medios y dado que su efecto en nosotros en tanto audiencia suele ser poderoso, el contenido de cualquier mensaje resulta menos importante que el medio en sí mismo.



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miércoles, junio 07, 2006

Estrategias pedagógicas en tiempos de la World Wide Web


La controversia entre los beneficios y riesgos de la utilización de las nuevas tecnologías no debería pasar por alto que la accesibilidad a la World Wide Web ha afectado sustancialmente los procedimientos en la producción de trabajos por parte de los alumnos, especialmente en la enseñanza media en donde son habituales las investigaciones con rastreo bibliográfico. Este artículo pretende generar algunas propuestas pedagógicas basadas en prácticas escolares habituales a fin de potenciar las posibilidades que ofrece este nuevo contexto, evitando al mismo tiempo, ciertos riesgos que impiden un aprendizaje exitoso.

La tecnología misma se ha convertido en el centro de atención, al tiempo que se presta una atención relativamente escasa al contenido real de la información. Söderqvist-Bard, La Netocracia

Es sabido que, no sólo en el ámbito educativo, las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante, NTIC) despiertan posiciones encontradas. Pero antes de indagar respecto a los matices de estas controversias, sería oportuno preguntarnos tal vez a qué tipo de tecnologías nos estamos refiriendo y en qué reside lo sustancial de estas herramientas de vanguardia. En rigor, el cambio más significativo no está tanto en los ordenadores inteligentes ni en los recursos multimedia sino en la revolución que implica concebir a la comunicación masiva no ya como una distribución unilateral y masificada de la información sino como una red sin principio ni fin que democratiza las posibilidades tanto de emisores como de receptores en tiempo real.

No resulta asombroso observar entonces que la escuela misma está inmersa en un nuevo contexto debido a lo cual el debate sobre las NTIC ya no puede mirarse solo como un recurso respecto al cual la escuela puede decidir sí incluir o no, porque sus alumnos y gran parte del profesorado (al menos en sectores de la población socialmente favorecida) coexisten en este nuevo contexto cultural.

El legado de la tecnología

Dos enfoques pueden ser contrastados a la hora de evaluar como la tecnología modifica y transforma las capacidades humanas (1): Los efectos obtenidos con la tecnología, referidos simplemente a los resultados que pueden alcanzarse a partir del trabajo cooperativo que se instrumenta mediante la interacción hombre-máquina, como por ejemplo, al operar una planilla de cálculos o un procesador de imágenes que permitan potenciar los logros que se alcanzarían de manera individual. La interacción hombre-máquina es concebida en este caso, como un sistema cuyo rendimiento se evalúa en su totalidad, incluso hasta perdiéndose de vista la importancia de la intervención humana. Desde una perspectiva analítica, por el contrario, se dirá de esta cooperación que la capacidad es un atributo de las personas y que por lo tanto la tecnología es solo una colaboración que le permite al individuo potenciar sus habilidades, en este sentido, la máquina cumple la función de colega mejor dotado dentro de la concepción de Vigotsky de “zona de desarrollo próximo” (2). En ambos casos, la tecnología y el ser humano pueden de hecho, conformar una dupla complementaria que se inscribe en la concepción de la cognición distribuida más allá del propio organismo físico, prolongándose en otras personas, en medios simbólicos y en los artefactos (3).

En segundo lugar, resta considerar los efectos de la tecnología, que suponen un residuo cognitivo transferible a otros contextos en los que la tecnología en cuestión ya no estuviera presente. Imaginemos como ejemplo, un individuo que, acostumbrado a la lectura en formatos hipertextuales (4) hubiera desarrollado gracias a este recurso, la habilidad de vincular conceptos de manera más compleja, eficiente y veloz.

Pero quizá esta última sea una afirmación apresurada... ¿Deja realmente la utilización de una herramienta un residuo cognitivo transferible a otras situaciones en las que tal tecnología no está presente? Es muy difícil establecer conclusiones al respecto si analizamos tecnologías que ya están entre nosotros desde hace mucho tiempo porque sus efectos han ya sido naturalizados por la cultura. Sin embargo es posible arriesgar una hipótesis: el conocido experimento entre los Vai (5), determinó que la escritura solo parece tener efectos cognitivos cuando ésta resulta significativa para el entorno cultural, por lo tanto podemos inferir no es posible aislar el efecto de lo tecnológico respecto a otras variables contextuales. Podemos considerar entonces que siendo las NTIC vitales para los tiempos que corren, sus efectos cognitivos pueden ser importantes, aún cuando todavía no podamos determinarlo con precisión. Como sea, más allá de éstos potenciales efectos, las NTIC están instaladas en nuestra cultura y quiérase o son parte de una realidad a la que la escuela pertenece y no puede ignorar.

Las variantes del sueño tecnológico

Mientras que las NTIC para algunos representan una gran posibilidad, para otros, no traen sino numerosos riesgos. Se reedita aquella famosa dicotomía que alguna vez puntualizara Eco respecto a los medios de comunicación masiva6 (6). Las NTIC desatan pues posiciones divergentes que extrapoladas al terreno educativo generan no pocas controversias (7). Frente al recelo y la desconfianza de algunos, hay quienes las viven como una panacea, considerando que en sí misma, la tecnología resuelve problemas educativos. Estas posiciones se sustentan en cierta ingenuidad que induce a realizar grandes gastos en recursos técnicos por parte de las administraciones educativas. Hay, por otra parte, quienes suelen ver estos nuevos recursos tan solo como herramientas, pero esta es también una mirada limitada. Si bien es razonable estimar que el éxito o el fracaso depende estrictamente de las personas que operan los recursos técnicos, también es cierto que los recursos tecnológicos pueden generar efectos no previstos o deseados que escapan a las previsiones de quienes los utilizan. Finalmente, existe una tercera posición que es la de concebir a las NTIC como herramientas no neutrales, lo cual implica quizá una versión más elaborada del sueño tecnológico considerando los costos y beneficios, esto es, abordando tanto aspectos positivos como negativos. Esta perspectiva puede ser el punto de partida para superar enfoques bipolares como el tecnofóbico y el tecnofilico (8) que no ignore los enormes y veloces cambios que están transformando el mundo y en los cuales la escuela se halla inserta. Avanzaremos pues, en esta línea.

Docentes temerosos y alumnos tramposos

A menudo es posible observar a los docentes involucrados moral o afectivamente en relación a la utilización de las NTIC en general y al uso de internet en particular. La tecnología puede generar temor a lo desconocido y ser juzgada moralmente como perjudicial o contraproducente para los estudiantes. Pero lo cierto es que internet, ha introducido ya en gran parte de la población notables cambios en los hábitos y costumbres. Esta realidad, difícilmente pueda ser ignorada por docentes que trabajan en sectores de nivel socioeconómico medio ya que esta está presente en el discurso mismo de los estudiantes. Quizá, aunque discutible, podría arriesgarse que esta actitud tiene algún sustento en cierta brecha generacional, por lo que ciertos docentes parten de una concepción que asume a la red como una “moda juvenil” asociada especialmente a funciones como el chateo o los fotoblogs. No es un tema menor que parte del profesorado, excesivamente centrado en la realidad escolar, desconozca en profundidad utilidades y alcances de la Word Wide Web en el mundo “real”. Este distanciamiento genera tal vez involuntariamente una negación de la realidad que distancia a alumnos y profesores en tanto comienzan a desarrollar códigos diferentes, contribuyendo a potenciar la imagen de una escuela que se sostiene como una realidad “paralela” a la realidad, alejada y divorciada de ésta. No es extraño que un alumno pregunte a propósito de un trabajo si “se pueden usar páginas de internet”, puesto que en efecto, en muchos casos, el recurso es explícitamente prohibido. No menos frecuentes son los docentes de nivel medio ingenuamente “horrorizados” porque varios alumnos han entregado trabajos similares aparentemente “copiados” de la red sin siquiera conocer el contenido presentado.

En los últimos cinco años, el acceso a internet se ha popularizado entre los alumnos de clase media en las escuelas de Buenos Aires. Dispongan o no de computadoras domésticas, la amplia oferta de locutorios a un bajo costo, hace de este recurso algo absolutamente incorporado a las prácticas cotidianas. Incluso cuando muchas escuelas incorporan asignaturas que incluyen contenidos referidos a estos tópicos en el área de informática, lo cierto es que los alumnos no suelen adquirir en este contexto los conocimientos sobre internet sino mucho antes y en el ámbito extra-escolar. Los saberes previos de los alumnos suelen ser muchos y relevantes, aunque no siempre son los suficientemente sólidos como para disponer de éstos recursos con seriedad e idoneidad y mucho menos transferirlo a situaciones provechosas para el aprendizaje. He aquí el punto en donde, en mi opinión, debe insertarse la intervención pedagógica.

De más está decir que utilizar las NTIC no es lo mismo que jugar con el “Play Station” o programar el acondicionador de aire. Ironías mediante, estamos hablando, en rigor, de contenidos, lo cual supone desarrollo de habilidades intelectuales de las cuales la escuela no puede desentenderse. Burrbules-Callister señalan oportunamente que “la world wide web no es meramente una enciclopedia on line” (9) y en efecto, utilizar sus recursos supone un aprendizaje que a menudo suele desarrollarse de manera extra-escolar y no necesariamente se realiza adecuadamente. La comprensión y la selección de contenidos no está implícita en el uso mismo de la tecnología por avanzada que esta sea. No es poco frecuente que los alumnos sientan que “Internet” es un medio que les permite “hacer trampa”, esto es, realizar los trabajos de manera más rápida, poniéndolos en ventaja por sobre las consignas que proponen sus profesores. Pero esta suerte de fraude no sólo no es tal sino que por el contrario evidencia las dificultades que pueden tener los alumnos para comprender, relacionar y elaborar desarrollos conceptuales.

Estrategias para una nueva era

Me referiré en particular a los comúnmente llamados “trabajos prácticos” o “monografías” que suponen un rastreo bibliográfico de contenidos específicos sobre un tópico. Este tipo de propuestas, muy comunes en la enseñaza media, han perdido parte de su sentido cuando no han sido modificadas de acuerdo al nuevo contexto tecnológico. Volveremos luego sobre este punto, nos detendremos ahora para preguntarnos qué estrategias desarrollan los profesores para evitar los supuestos fraudes de los alumnos. La diversidad de actitudes depende no solo de la personalidad de los profesores sino también del conocimiento que estos tengan respecto a las nuevas tecnologías. Estableceremos así tres actitudes estereotipadas:

Actitudes controladoras: en estos casos, los docentes, anticipándose a la “trampa” prohíben el uso de buscadores on line y la utilización fuentes bibliográficas virtuales. Una estrategia similar pero indirecta, consiste en exigir trabajos manuscritos (que supuestamente obliguen a los alumnos a leer los contenidos)

Actitudes evasivas: los docentes ignoran el recurso y evalúan los trabajos de los alumnos sin considerar las características particulares de las herramientas utilizadas. Efectivamente en estos casos, se sustentan las fantasías de los alumnos que habla de un saber procedimental que escapa a la cultura de sus profesores.

Actitudes comprometidas: los docentes plantean consignas teniendo en cuenta el tipo de recursos de los que los alumnos disponen. Promueven el uso inteligente de los buscadores de internet y asisten a los alumnos en el uso de las NTIC.

La tercera de estas estrategias, acepta la disponibilidad del recurso pero prevee que el modo en que se plantean las consignas debe responder a ciertas características puntuales a fin de que la propuesta resulte provechosa para el aprendizaje tanto de contenidos conceptuales como procedimentales.

Así, las propuestas de trabajo orientadas al rastreo bibliográfico, requieren ser adaptadas a la disponibilidad de las NTIC, no solo para sostener un nivel de complejidad, sino también para adecuar las consignas a las dificultades reales de operar con ellas.

Hace no muchos años, los trabajos de este tipo, suponían una visita a la biblioteca, un fichaje manual de contenidos y demandaban plazos extensos para su realización, así también los criterios de evaluación debían considerar otro tipo de limitaciones como, entre otros, los propios del material existente en las bibliotecas cercanas a la escuela, la disponibilidad de los bibliotecarios por asistir estudiantes secundarios, etc. Actualmente, esas dificultades han desaparecido. Por ello, cuando se proponen consignas de trabajo basadas en los antiguos criterios, éstas son percibidas por los alumnos como muy fáciles de resolver, puesto que, acostumbrados a medir las dificultades de trabajo en términos del tiempo que lleva hacerlos, la recopilación de contenidos en la web resulta para los alumnos algo que demanda muy poco trabajo, cuando esto no exige el cumplimiento de ciertos requisitos. Esta realidad, en mi experiencia personal, obliga al docente a realizar un replanteo del sentido de los trabajos de rastreo bibliográfico propuestos a los alumnos. Una posibilidad de rediseñar este tipo de propuestas podría ser la de priorizar la calidad sobre la cantidad. La frase parece en extremo simplificadora, pero ilustra el espíritu que debería animar las consignas orientadas a la producción de trabajos que no deberían ser ajenos a las características generales de la era de la información. En efecto, hoy el problema no es el de acceder a la información sino más bien el de interpretarla y jerarquizarla, cuando no descartarla. Identificar fuentes, estilos, copia y tergiversación, originalidad y seriedad son algunas de las dificultades que surgen espontáneamente no solo en la realización de trabajos de rastreo bibliográfico sino también en la sociedad de la información en cualquier trabajo profesional e incluso científico.

Mientras que en las búsquedas a través de métodos tradicionales, el profesor valoraba especialmente la cantidad y pertinencia del material obtenido por parte de los alumnos, teniendo en cuenta que la dificultad de acceder a los textos era el principal obstáculo, la utilización de los recursos de la World Wide Web permite avanzar más allá de estos objetivos permitiendo la exigencia de una significatividad más estricta así como el establecimiento de relaciones conceptuales y argumentaciones más elaboradas, orientadas a promover no solo el aprendizaje significativo9 sino también a producir trabajos más complejos y creativos. Así como el pasaje de la regla de cálculo a la calculadora científica permitió incorporar en las propuestas pedagógicas problemas más complejos demandando respuestas más precisas, el uso pedagógico de la Word Wide Web puede abrir el terreno para exploraciones más profundas y enriquecedoras, ampliando las limitaciones de las prácticas escolarizadas.

A continuación, enunciaré una serie de criterios estratégicos para la elaboración de propuestas trabajo en esta línea:

1. Explorar y evaluar el material disponible on line para conocer el tipo de contenidos al que tendrán acceso los alumnos. Esto permitirá evitar el fraude pero también asegurar la adecuación de las consignas de trabajo.

2. Establecer consignas de trabajo que requieran la elaboración de una relación conceptual y no una mera acumulación de información. Priorizar comparaciones, jerarquizaciones, análisis, opiniones y otras relaciones conceptuales por sobre resúmenes o el citado textual.

3. Establecer “topes” para la extensión de lo trabajos de manera tal que demanden necesariamente a una rigurosa selección del material hallado.

4. Establecer explícitamente condiciones de homogeneización de estilo que apunten a evitar el copiado automático de textos.

5. Proponer estrategias para la verificación on line de la validez de las fuentes: triangulación, rastreo de autores y obras, relevancia de la página, importancia otorgada por google y otros buscadores.

6. Promover la utilización de materiales no electrónicos como recursos para verificar la validez de la información, lejos de homologar lo no electrónico a “veraz”, el objetivo de este tipo de estrategias, permite a los alumnos profundizar.

7. Promover la vinculación de conceptos, alentando la comparación de la nueva información con ideas previas y opiniones personales, propiciando el aprendizaje significativo.

8. Estimular la creatividad en el procesamiento de la información, ayudando a los alumnos a involucrarse con el trabajo alentando la motivación.

9. Proponer la creación de mapas conceptuales, infografías y recursos gráficos que den cuenta de la comprensión de contenidos.

10. Plantear la importancia de una organización general coherente y el citado de las fuentes hipertextuales como el mismo rigor que para fuentes tradicionales.

Como señala Litwin “se trata de conocer problemas reales y no de seleccionar para la enseñanza problemas de juguete, pedagogizados que no aplican ningún desafío para el estudiante y que se pueden resolver aplicando ritualidades” (10) En efecto, discriminar la relevancia y la importancia de la numerosa información disponible en internet es hoy el problema que ha sustituido al acceso a la información. Acercar a los alumnos a estas nuevas problemáticas, creo que obedece a la responsabilidad de adecuarnos a los tiempos que corren evitando que las prácticas descontextualizadas lleven a la escuela al anacronismo y al desprestigio.

La idea es pues, buscar provecho en la utilización de las NTIC optimizando el sistema que se genera entre el alumno y los buscadores que hacen posible el acceso al material en la red, sino también de favorecer a través de la creación de un contexto adecuado, la adquisición de habilidades específicas respecto a la selección, organización y comprensión de la información, habilidades que incluso podrían ser potencialmente transferibles a otros contextos, aún careciendo del recuso tecnológico. En síntesis, sugerimos que al generar las condiciones adecuadas será posible optimizar no solo los efectos obtenidos al operar con las NTIC, sino también, buscar un residuo cognitivo transferible a otros contextos.

Notas

1. SALOMON, G., PERKINS, D. Y GLOBERSON, T. (1992), “Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes”, en: Comunicación, lenguaje y educación Nº23

2. La zona de desarrollo próximo es la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la capacidad de resolver independientemente el problema y el nivel de desarrollo potencial determinado a través de la resolución de un problema bajo la guia de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz. BAQUERO, R. (1998), "Tensiones y paradojas en el uso de la Psicología Sociohistórica en educación”, en AAVV Debates constructivistas Aique, Buenos Aires, pp. 123-145

3. PERKINS, D (2001) “La persona – más: una visión distribuida del pensamiento y el aprendizaje”. En Salomon, G. Cogniciones distribuidas. Amorrortu Editores. Buenos Aires.

4. En el formato hipertextual, el lector adquiere un rol protagónico en tanto que siguiendo sus propios intereses, construye una secuencia personal que será la que le dará estructura al discurso. De esta forma, autores y lectores se convierten en una dupla en equilibrada actividad. (...)A partir de ahora, el lector hipertextual no se halla ya en la obligación de someterse a la esctructura lineal preconcebida y se transforma en un partìcipe activo del discurso. El decide la secuencia de asociación de ideas al leer así como al pensar. (Ver: Hipertextualidad)

5. Investigaciones de Scribner y Cole hallaron en la tribu vai que los sujetos que habían sido alfabetizados en inglés contrastados con analfabetos y alfabetizados en vai (fuera del sistema escolar) realizaban mejor que otros grupos las descripciones informativas verbales y justificaciones de su actividad. Estos trabajos ponen en tela de juicio los supuestos efectos cognitivos de la alfabetización. Sin embargo, no debe pasarse por alto que resulta relevante la importancia que una tecnología tenga para una cultura a fin de evaluar tales efectos. Para los vai, la adquisición de la lecto escritura, no parecía afectar sustancialmente su desempeño cotidiano. Consistentemente, sólo se detectaron efectos en algunos maestros del sistema informal de enseñanza. WERTSCH J. (1988), “Cap. 2: El método de Vigotsky”, en: Vigotsky y la formación social de la mente, Paidós, Barcelona, pp. 35-74

6. Eco llama “integrados” a los defensores y partidarios de la comunicación masiva y “apocalípticos” a sus detractores. ECO, U. "Apocalípticos e Integrados en una cultura de masas" 1995

7. El análisis del texto de referencia se centra en los ordenadores. A los fines de la argumentación de este ensayo, se han ampliado los conceptos puntualizados por éstos a las NTIC. BURBULES, N y CALLISTER, T (2001) “Cap. 1: Las promesas de riesgo y los riesgos promisorios de las nuevas tecnologías de la información en la educación” en Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información” , Buenos Aires, Granica.

8. BURBULES, N y CALLISTER, T (2001) “Cap. 1: Las promesas de riesgo y los riesgos promisorios de las nuevas tecnologías de la información en la educación” en Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información” , Buenos Aires, Granica.

9. Para Ausubel, aprender es sinónimo de comprender e implica una visión del aprendizaje basada en los procesos internos del alumno y no solo en sus respuestas externas. Con la intención de promover la asimilación de los saberes, el profesor utilizará organizadores previos que favorezcan la creación de relaciones adecuadas entre los saberes previos y los nuevos. Los organizadores tienen la finalidad de facilitar la enseñanza receptivo significativa, con lo cual, sería posible considerar que la exposición organizada de los contenidos, propicia una mejor comprensión.

10. LITWIN, E (1997) “Cap. 1: La tecnología y sus desafíos en las nuevas propuestas para el aula”, en Enseñanza e innovaciones en las aulas para el nuevo siglo. Buenos Aires. El Ateneo.

Bibliografía

BAQUERO, R. (1998), "Tensiones y paradojas en el uso de la Psicología Sociohistórica en educación”, en AAVV Debates constructivistas Aique, Buenos Aires, pp. 123-145

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ECO, U. "Apocalípticos e Integrados en una cultura de masas" 1995

LITWIN, E (1997) “Cap. 1: La tecnología y sus desafíos en las nuevas propuestas para el aula”, en Enseñanza e innovaciones en las aulas para el nuevo siglo. Buenos Aires. El Ateneo.

PERKINS, D (2001) “La persona – más: una visión distribuida del pensamiento y el aprendizaje”. En Salomon, G. Cogniciones distribuidas. Amorrortu Editores. Buenos Aires.

POSTMAN, N. "Tecnópolis. La rendición de la cultura a la tecnología" 1994

ROTTEMBERG, ANIJOVICH (2005) “Cap. 3 Los materiales de enseñanza” en: Estrategia de enseñanza y diseño de unidades de aprendizaje, Universidad Nacional de Quilmes (Carpeta de Trabajo)

SALOMON, G., PERKINS, D. Y GLOBERSON, T. (1992), “Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes”, en: Comunicación, lenguaje y educación Nº23

WERTSCH J. (1988), “Cap. 2: El método de Vigotsky”, en: Vigotsky y la formación social de la mente, Paidós, Barcelona, pp. 35-74



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martes, junio 06, 2006

Especulaciones sobre Ser Digital

Comentarios sobre el libro de Nicholas Negroponte

Si como sugiere Eco, los analistas de los medios de Comunicación habrán de dividirse entre “Apocalípticos” o “integrados” (Eco, U. “Apocalípticos e Ingrados en una cultura de masas”, 1995) es claro que Negroponte, se encuentra entre los segundos ya que su opinión respecto a la tecnología y su influencia en la sociedad es notablmente optimista.

La imaginación sigue siendo más importante que el conocimiento

La única excepción a este optimismo desbordante (que no ha dejando de llamarme la atención) es la afirmación que realiza respecto a los multimedios interactivos: “que dejan muy poco espacio librado a la imaginación.” Está afirmación, recordando a Sartori en su “Homo Videns” (Sartori afirma que el Homo Videns, consecuencia de la televisión, evolución -o mejor dijo “involución”- del homo sapiens, la capacidad de abstracción del hombre como consecuencia de la cultura de la imagen.) no sólo me parece inadecuada sino también contradictoria con la línea general de Negroponte. Los recursos multimediáticos, por su variedad y riqueza, estimulan la imaginación, a un nivel tal que más bien tienden a ser un problema para que el lector se concentre en una línea específica. Creo que la imaginación no se da tanto al sugerir a través de una metáfora sino por la asociación de ideas que permite.

Dejando ya de lado este comentario que tal vez tan sólo obedezca a una retórica necesaria para justificar la utilización de la tecnología del libro a fin de exponer sus ideas, Negroponte retoma su línea optimista. Me parece interesante observar que tal optimismo lleva al autor a minimizar aspectos importantes que tienen que ver con el impacto comercial de las tecnologías. En mi opinión, aún cuando la capacidad tecnológica exista, su difusión depende de las posibilidades del mercado para absorber comercialmente los productos (Por ejemplo, la High Definition TV –HDTV- es una tecnología japonesa que nunca llegó a imponerse a nivel masivo puesto que su implementación requería inversiones altísimas - nuevos televisores en hogares y en canales de TV- por ser incompatibles con los sistemas de ese momento -PAL y NTSC-.

Es claro que la recesión mundial es lo que principalmente ha afectado seriamente a la mayoría de las empresas de comunicaciones, sin embargo, no deberíamos minimizar el hecho de que las audiencias muy reducidas no son tentadoras para los anunciantes aun cuando el “target” (Segmento específico del mercado al que se dirige el mensaje) es muy específico. Sucede que los productos masivos requieren mercados grandes porque este tipo de negocios son los que generan mayores ingresos. La falta de anunciantes ha sido una de las principales causas de la caída de las empresas de internet (las “.com”), que pasado el “boom” no han vuelto a repocisionarse.

Futuro y presente de la publicidad

Respecto a la publicidad “hiper - personalizada”, aún con los modernos rastreos de consumo, la invasión de e-mails con publicidad es tanta que produce el mismo efecto de saturación que la publicidad convencional. Naturalmente, los usuarios filtran este tipo de correspondencia (algo que muchos servidores permiten) o, es eliminada la mayoría de las veces sin que los mensajes sean leídos. Sin embargo, los recientes sistemas publicitarios de adwords, iniciados por google y ahora, por otros competidores, ponen sobre el ruedo un nuevo paradigma publicitario que desafía los enfoques tradicionales ajustándose de un modo impensado a la profecía de Negroponte.

Pero Negroponte, va aún más allá y afirma que la publicidad será “tan personalizada” que “será difícil diferenciarla de las noticias”, creo, a mi entender, que subestima la capacidad del receptor. De hecho, este tipo de técnica se utiliza en la actualidad en medios no electrónicos y se denomina “publicity” (Billorou, “Introducción a la Publicidad”, El Ateneo, 1992) Cualquier lector atento podrá detectar la intencionalidad publicitaria encubierta y evitar los mensajes si estos no fueran de su interés. Por otra parte, una audiencia familiarizada con la navegación en la red, tiende a ser una audiencia con alta capacidad de discernimiento respecto a la información, lo cual pone en aprietos a los anunciantes.

En mi opinión, si bien el rumbo de la comunicación masiva se orienta a la centralización en Internet, los medios gratuitos (financiados por la publicidad) sobrevivirán unos cuantos años más, por lo menos en gran parte del mundo. Por lo tanto la sincronicidad será aún un bien preciado para los anunciantes que seguirán creyendo en las planillas de “rating” la hoja de ruta más eficiente para comunicarse con sus potenciales clientes. Es claro que los actuales medios gratuitos tendrán que ir pensando en cómo adaptarse a la nueva realidad (financiación repartida entre el anunciante y el receptor, tal como anticipan algunos sistemas de “pay per view”) y los anunciantes tendrán que estudiar otras estrategias para la planificación publicitaria.

Cultura on line

Respecto a los “buenos modales” en la red, el planteo de Negroponte es un tanto subjetivo, porque lo que resulta “educado” para una persona (definido en los términos de conveniencia y practicidad) puede no serlo para otra. Más aún en el caso de personas pertenecientes a culturas diferentes, contactos que propician las comunicades virtuales. En este sentido, creo que los códigos de “buenos modales” se irán desarrollando a medida que las comunidades virtuales vayan popolarizándose. Es sorprendente, sin embargo, como a tan pocos años del “boom” de internet ya existen códigos compartidos por usuarios de lugares distantes: los “emoticons” (El “rating” es la medida utilizada para medir la audiencia. Un punto de “rating” equivale a el 1% de la población sobre la que se hace la medición.), son un claro ejemplo.

La pesadilla Orwelliana

Y finalmente, respecto al futuro imaginado por Negroponte... un futuro en donde la ropa, por ejemplo, sea un transmisor de información, una suerte de “código de barras” camuflado, a través del cual los individuos puedan ser “localizados. Bueno, no puedo sentirme complacida ante esta idea. Una suerte de pesadilla Orwelliana, me invade. Negroponte no lo dice abiertamente, pero su sugerencia me remite al fascismo tecnológico de “1984”. Sin embargo, siguiendo la línea “integrada” del autor, trataré de confiar en que los pioneros del desarrollo tecnológico tendrán en cuenta que la libertad es lo que siempre ha llevado al hombre hacia el conocimiento y el progreso y que nunca deberíamos resignarlos a sacrificarla.






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Espiral Ascendente: Hacia una nueva oralidad

Si analizamos la historia de la humanidad coincidiremos en que la oralidad ha dominado la comunicación humana por un período de tiempo mucho más amplio que la expresión escrita. Es sorprendente descubrir la enorme cantidad de lenguas que nunca alcanzaron la posibilidad de ser plasmadas en signos gráficos.

La escritura supone un quiebre cultural importante. De allí que, pese a la enorme importancia de la oralidad, el segundo paso, la escritura, representa un cambio cuali-cuantitativo que marcará una etapa decisiva en la historia de la humanidad.

Es lugar común afirmar que la escritura, el invento más revolucionario del hombre, ha permitido la expansión de su conciencia, no sólo propiciando el desarrollo de pensamiento lógico sino también favoreciendo la ubicación espacio temporal de los acontecimientos y la transmisión de vivencias, experiencias, conocimiento y creación artística a través de las generaciones.

Si nos detenemos a pensar en el asombroso invento de la escritura, no podemos otra cosa que maravillarnos. El proceso a través del cual cada letra adquiere el significado de un fonema que tiene su equivalente sonoro en el discurso oral es realmente algo revolucionario. Claro, el alfabeto fonético no es la única solución que el hombre ha encontrado para expresarse por escrito... las variantes y las posibilidades que existieron y existen respecto a esto son tan asombrosas como la diversidad cultural.

La creatividad humana no puede detenerse. Y tras el genial invento de la escritura que traduce en caracteres el privilegio del habla, numerosas tecnologías se sucederían indefinidamente.

Y entonces comienza el vertiginoso camino que va desde que el trabajoso empeño de aquellos que empleaban gran parte del tiempo de sus vidas en transcribir un texto a través de un gran esfuerzo físico, hasta la asombrosa hipertextualidad que convierte a cada lector en el creador de su propio discurso, nacido del intercambio permanente entre otros autores y su propia capacidad para relacionar y crear.

La difusión de los ordenadores personales ha quebrado siglos de dependencia lineal al estilo Gutemberg. Y finalmente, el mundo multimediático de imágenes y sonidos en el contexto de la hipertextualidad, representa un curioso retorno hacia la oralidad. Sin embargo, este retorno es un giro definitivamente enriquecido: una espiral ascendente.





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La vida en las comunidades virtuales: algunas hipótesis

¿Es la vida virtual un relfejo de nuestra propia vida real? ¿La socialización virtual propicia la disociación? ¿Qué tipo de vivencias es posible experimentar el ciber espacio? ¿Cómo se construye la identidad virtual? Este tipo de preguntas pueden parecer extravagantes a quien nunca atravesó la experiencia de involucrarse en una comunidad virtual. Por cierto, las relaciones que se establecen en los entornos cibernéticos pueden tener perfiles muy diversos. Sin embargo, cuando esta modalidad comunicativa parece tener por objeto alguna gratificación de tipo lúdica, orientada hacia la búsqueda de entretenimiento en cualquiera de sus variantes, implica una vivencia muy particular que la diferencia de otros vínculos personales.

¿Es acaso previsible el comportamiento de los usuarios en un medio interactivo?

Aparentemente, pareciera difícil encontrar una respuesta para esta cuestión. De hecho, en los medios masivos tradicionales, la actitud pasiva de las audiencias fue claramente cuestionada. Naturalmente, nos referimos a la tésis planteada a mediados de los años 70, cuando se produce un cambio de paradigma en lo que respecta a la investigación de los medios de comunicación de masas. Hasta el momento, la mass communication research, se basaba en el estudio de los efectos que los medios producían en las audiencias. Esta tendencia se modifica a partir de los trabajos de, entre otros, Blumer y Katz, con la teoría de los usos y gratificacione, la cual plantea que las audiencias son las que determinan el modo en que aprovechan los contenidos propuestos por los medios.

De este modo, los medios de comunicación proporcionan diferentes tipos de gratificaciones tales como fomentar el sentido de pertenencia, promover el compañerismo, facilitar la interacción personal, propiciar la autoestima, construir una identidad, experimentar liberaciones emocionales, evadirse o simplemente, buscar un espacio para el relax. (Morley, David. 1996. en Estudios culturales y comunicación. Editado por Curran y Morley. Barcelona: Paidos)

Las posibilidades intereactivas proporcionadas por los entornos informáticos, esto es la bidireccionalidad de la comunicación, el feedback personalizado pese al tiempo diferido, potencian las perspectivas previstas por esta teoría.


Desde otro punto de vista, podríamos considerar que la red escapa a la clasificación de comunicación masiva, puesto que lo mediático, al no ser prioritariamente unidireccional, predispone a lo interpersonal por sobre lo masificado. Sin embargo, esto, en sí mismo, no tendría por qué implicar novedad alguna: la comunicación a través de medios electrónicos parece ser a simple vista, una forma más de comunicación. Incluso hasta el intercambio epistolar tradicional no resulte demasiado diferente si realizamos una comparación a nivel superficial. Sin embargo, por alguna razón, se ha dado en llamar a este tipo de experiencias “realidad virtual”: Lo virtual “es la cualidad de aparentar lo real al simular sus efectos, pero sin serlo. En otras palabras, lo virtual es la cualidad de lo hiperreal” (Salazar Javier, Comunidades Virtuales: Una definición y caracterización tentativa)

¿A qué se refiere un cibernauta cuando alude al entorno virtual?

Lo virtual es lo que tiene apareciencia de real, y la utilización de este término por parte de los usuarios, probablemente refiera a esta percepción que parece distorsionar lo real. Los entornos electrónicos, cuya tecnología permite simular una realidad hecha de bits pueden recrear un ambiente inexistente. Existe así una aparente dicotomía entre lo real y lo irreal. Pero, si trasldadamos este aspecto al ámbito de las relaciones humanas ¿es posible hablar de virtualidad?. Probablemente, cierto desdoblamiento de los objetos representados afecte y modifique estas relaciones, sin embargo, no toda comunicación virtual es una simulación. De esta forma, lo virtual puede ser una excusa, cuya articulación obedece a necesidades diferentes de acuerdo al uso que el cibernauta le asigne al espacio “virtual”. De esta manera, el espacio virtual puede ser tanto un escenario para el desarrollo de un juego de roles para descarga emotiva de diferente tenor, hasta un lugar para la contención afectiva o la búsqueda de infromación.

Profundizando este concepto podemos mencionar a título de hipótesis que, ciertos entornos virtuales parecen propiciar la construcción de una suerte de “muralla defensiva” a partir de la cual los intercambios pretenden desperzonalirse, amparándose en que lo virtual es irreal, o, mejor dicho en, una suerte de ficción lúdica que mantiene a la personalidad aparentemente protegida de exposiciones emocionales.

Afirma Castells que “aún no está claro cuánta so­ciabilidad está habiendo en esas redes electrónicas y cuáles son los efectos electrónicos de una forma de sociabilidad tan nueva. No obstante, cabe destacar un rasgo: estas redes son efímeras en lo que respecta a los parti­cipantes." (Castells Manuel, La era de la información: Economía, sociedad y cultura)

Sin embargo, en el caso de muchas comunidades on line, los vínculos han sido prolongados e incluso han trascendido diferentes entornos.

La pregunta es pues si la construcción de una identidad virtual puede manterse efectivamente disociada de la personalidad “real” utlizada, ora conciente o inconcientemente como una máscara a través de la cual se construye una nueva identidad, que proteje a la identidad real.

En definitiva, el tipo de pregunta que nos hacemos, nos lleva a explorar respuestas respecto al modo en que algunas personas parecieran sostener a largo plazo, una disciación voluntaria de su personalidad en un entorno virtual. Esta pregunta debería ser el punto de partida para estudiar luego, los puntos en los que surgen conflitos virtuales que a menudo exigen que estos espacios sean premoderados puesto que, traspasado un umbral determinado, parecen quebrarse las disociaciones y afectar al individuo atravesando la protección desarrollada a través de su indentidad virtual o máscara cibérnética que puede perder su cualidad de escudo protector.

De lo lineal a lo hipertextual

No puede ser, pero es. El número de páginas de este libro es exactamente infinito. Ninguna es la primera; ninguna, la última. No sé por qué están numeradas de ese modo arbitrario. Acaso para dar a entender que los términos de una serie infinita admiten cualquier número. Después, como si pensara en voz alta:

-Si el espacio es infinito estamos en cualquier punto del espacio. Si el tiempo es infinito estamos en cualquier punto del tiempo.

Jorge Luis Borges, El libro de arena

Limitaciones de la linealidad

La historia de la comunicación atesora el esfuerzo sistemático de la humanidad por trascender la subjetividad. Y en este sentido, no hay herramienta más solidaria que el desarrollo y perfeccionamiento de nuestra capacidad para compartir la experiencia al servicio del complejo proyecto de construir modelos explicativos para la realidad. Mejorar la comunicación, es el desafío de nuestro destino cultural.

Es posible que una de las limitaciones centrales de la comuniación esté dada por la linealidad artificial de la escritura. Artificial, en contraposición con lo que sucedería "naturalmente" dentro de nuestra mente: las ideas se relacionan entre sí, estableciendo vínculos complejos de variada significación. Las conexiones entre conceptos evidencian la existencia del desarrollo cognitivo de un sistema capaz de contenerlos. Lo cual sugiere, probablemente una creatividad potenciada en tanto que permita acceder a una mejor comprensión de la realidad.

Pensando en red

Una red conceptual no es otra cosa que la descripción del modo en que puede organizarse nuestro pensamiento. Las ideas no están aisladas entre sí, sino que se relacionan dentro de un mapa en donde adquieren validez.

David Ausubel hablará del aprendizaje signficativo (en contraposición con el aprendizaje memorístico) cuando se establece un vínculo integrador entre el conocimiento previo y el nuevo, relacionando ideas e integrando su significación. Esto permite que se teja un mapa conceptual de cuya consistencia depende la estructura general del sistema. Los formatos electrónicos de escritura que proporcionan la capacidad de establecer vínculos intertextuales, satisfasciendo así esta necesidad expresiva de un modo mucho más eficiente que las clasificaciones jerarquizantes propuestas por los recursos impresos.

De esta forma, el hipertexto es una mejor forma de expresarnos, en tanto nos permite trascender la linealidad de la escritura, optimizando la comunicación en tanto se adecua mejor a la interconexión espontánea de ideas.

¿Qué es el hipertexto?

Como los quince minutos de fama del hombre moderno de Andy Warhol, en hipertexto el centro sólo existe como objeto de evanescencia. Como cabe esperar de un medio de comunicación que cambia nuestras relaciones con la información, los pensamientos y nosotros mismos de una forma tan drástica, la evanescencia de este centro (en migración perpetua) es más una premisa que un motivo de queja o de burla. Es simplemente la condición según la cual, o en la cual, pensamos, comunicamos o registramos pensamientos y expresiones en el dominio hipertextual.

Landow, Hipertexto

Las formas de comunicación escrita han intentando por algunos años, superar las limitaciones de la linealidad. El discurso fragmentado y las relaciones conceptuales fueron avanzando sobre los medios gráficos imponiendo al discurso un nuevo formato, en franca competencia con el avance multimediático.

Pero sin duda no es sino hasta la llegada de los formatos electrónicos que la hipertextualidad adquiere una presencia notable entre las formas de comunicación escrita. La posibilidad de establecer vínculos temáticos sin limitaciones genera nuevas posiblidades expresivas en tanto permite una mayor adecuación al modo multidireccional en el que naturalmente fluye nuestro pensamiento.

Lectores activos y escritores flexibles

En el formato hipertextual, el lector adquiere un rol protagónico en tanto que siguiendo sus propios intereses, construye una secuencia personal que será la que le dará estructura al discurso. De esta forma, autores y lectores se convierten en una dupla en equilibrada actividad.

No importa aquí si esta desestructuración responde al espíritu de las teorías críticas o a las problemáticas de la posmodernidad. Insistiremos sí en el aspecto práctico de esta característica discursiva: la hipertextualidad emula nuestra forma espontánea de asociar ideas. Desarrollar ideas dentro de una red conceptual hipervinculada permite adecuar el discurso a la realidad en que las ideas se producen, con una fidelidad mucho mayor. Efectivamente, el hipertexto propicia las asociaciones conceptuales tanto por parte de autor como del lector, ambos, en un plano de igualdad.

A partir de ahora, el lector hipertextual no se halla ya en la obligación de someterse a la esctructura lineal preconcebida y se transforma en un partìcipe activo del discurso. El decide la secuencia de asociación de ideas al leer así como al pensar.

El autor hipertextual, se encuentra ante un destinatario activo y debe estar a la altura de sus demandas. Escribir en formato hipertextual supone sincerar las relaciones conceptuales surgidas al producir un texto y exponer a modo de hipótesis, los posibles vínculos que podría preferir el potencial lector. De esta forma, el autor hipertextual producirá un varios textos abiertos y relacionados entre sí, cuya riqueza dependerá en parte del lector como co-participe de la producción textual.



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