martes, julio 24, 2007

¿Quién manda en el hormiguero?

Todos los días, antes de salir, las hormigas forrajeras esperan mecánicamente el regreso de las hormigas patrulleras que salen por la madrugada. Ellas se identifican por el olor, y sus son antenas el órgano que transmite tal información. Así, al regresar al hormiguero, las patrulleras tocan las antenas de las forrajeras. Cuando una forrajera entra en contacto con una patrullera, recibirá un estímulo sensorial específico. Y si ésta información se repite por intervalos no mayores a diez segundos entre cada toque, la hormiga saldrá de patrullaje con la misión de continuar la búsqueda de alimentos. De esta forma, la “decisión” de salir o no salir, dependerá de la frecuencia de contacto con otra hormiga regresando exitosa de su recolección de alimentos. ¿Y por qué es tan relevante esta frecuencia de contacto? Lógica pura, si una hormiga saliera y no hallara comida, encontrara un depredador en su camino o algo le impidiera regresar, no llegaría nunca al hormiguero. El que sean muchas muchas hormigas las que regresan sanas y salvas a “casa”, es indicador de expediciones exitosas para el acopio de provisiones. Con un simple mecanismo, es posible que la comunidad de hormigas regule el comportamiento grupal, aun cuando cada hormiga no tenga la capacidad de comprender la administración de recursos en términos globales.

En síntesis: todo el hormiguero logra comunicarse y tomar decisiones relevantes para la continuidad de la comunidad. Lo que cada hormiga sabe del todo es limitado, pero la suma de diferentes pequeños fragmentos de información, permite una conducta colectiva claramente conveniente para el grupo.

El comportamiento de las hormigas ha inspirado la creación de sistemas de logística muy complejos que permiten decisiones como la selección de la ruta más óptima y rentable para el transporte de insumos, horarios de aerolíneas o el movimiento de robots militares. Aunque de todos estos ejemplos, si de aplicaciones humanas se trata, no sería descabellado considerar mucho más emblemático y cercano a la misma Internet, como un claro exponente de este comportamiento colectivo en donde juntos somos más inteligentes que de manera aislada. Así, el modo en que Google aprovecha la información que aportan numerosísimos usuarios en todo el mundo para jerarquizar las millones de páginas disponibles en la web o la utilización masiva de etiquetas para organizar la información on line... o los aportes aparentemente anárquicos de miles de usuarios en todo el mundo para construir la más enorme y variada enciclopedia nunca concebida (Wikipedia), son ejemplos evidentes de que la sabiduría colectiva existe y no solo es eficiente aplicada a la lógica de enjambres y hormigueros.

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Como muestra, basta un botón

Alguien en la red se tomó el trabajo de realizar esta compilación asombrosa reuniendo fragmentos de 40 videos diferentes subidos a You Tube sobre el mismo tema. Otra que el todo y la suma de las partes.... ¿no es extraordinario?