sábado, junio 27, 2009

Haciendo encuestas con Google Docs

Esta nueva herramienta de Google Docs, permite distribuir encuestas, ya sea despachándolas por correo electrónico a un listado de usuarios, como insertando los formularios directamente en un sitio web. Lo interesante es que a medida que el formulario es enviado, la planilla de cálculo va cargando la información en tiempo real, permitiendo un seguimiento automático de las estadísticas.

Como se imaginarán es además muy, muy fácil de usar. He aquí una pequeña guía para que puedan sacarle todo el jugo a este magnífico recurso.



Y así es como queda el formulario incrustado. No dejen de particicpar ;-)

domingo, junio 21, 2009

Internet ya es historia

Rastreando algún documental sobre la historia de Internet, encontré un video bastante didáctico que me gustaría compartir con todos uds. El material es muy interesante ya que nos remonta al año 1957 y realiza un recorrido por los desarrollos técnicos que hicieron posible la configuración de Internet tal como la concebimos hoy en día.

Como no había todavía traducción al español, decidí hacer mi aporte a la comunidad hispanoparlante usando la amigable y práctica herramienta que ofrece dotsub, para subtitularlo en la lengua de Cervantes. Sin embargo, dado que no soy profesora de inglés ni traductora, es posible que mi trabajo tenga más de un "bug". Pero ojo, no estoy pidiendo disculpas: con gusto recibiré toda corrección que quieran sugerir para mejorar esta versión.

domingo, junio 14, 2009

Ordenando el caos

Como todos sabemos, web 2.0 mediante, los usuarios nos hemos transformado en productores de contenidos. Y son las folksonomías el mecanismo que nos permite organizar nuestra producción. Asignando etiquetas ("tags"), los usuarios clasificamos contenidos propios y ajenos colocando palabras clave con el objeto de que el contenido en cuestión sea hallado a través de una búsqueda electrónica. Mientras que los sistemas de organización tradicional, proponen estructuras rígidas con vocabularios controlados, las folksonomías se inspiran en criterios flexibles que permiten adaptaciones más rápidas a la dinámica de un entorno en constante expansión.

Pese a lo novedoso y auspicioso de este nuevo sistema, la ausencia de reglas al asignar tags, genera sin duda muchos problemas de calidad: impresición, superposición, duplicación, ambigüedad e identificación errónea. ¿Cuantas veces hemos observado en sitios como you tube, delicious.com o cualquier otro, items cuyos tags distan mucho de lo que nosotros mismos hubiésemos considerado correcto? ¿En que se basa la idea de que un criterio pueda ser más o menos correcto a la hora de etiquetar? Veamos pues, algunas sugerencias para relfexionar sobre el asunto...

¿Cómo elegir una buena etiqueta?

Un criterio interesante para considerar la adecuación de un "tag" es preguntarnos si esa palabra clave que sugerimos podría ser o no un criterio de búsqueda para quién estuviera rastreando ese material. En la medida en que consideremos que es más alta la probabilidad de usar ese término como criterio de búsqueda, es más probable que se trate de una clasificación oportuna. Veámoslo en un ejemplo:




En la imagen podemos ver como el usuario Anto015 clasificó el fragmento de un episodio de la serie televisiva "Cosmos" de Carl Sagan con los tags: "cosmos" "carl" "sagan" y "ciencia".

Analicemos críticamente el etiquetado de este usuario: "cosmos" resulta ambiguo aunque bastante aproximado ya que se trata del título de una serie televisiva mundialmente conocida y sin duda un criterio de búsqueda válido. El segundo y el tercer tag aparecen por separado cuando debería tratarse de uno solo. Así "Carl" genera un tag impreciso y consecuentemente erróneo, mientras que "Sagan" sería mucho más adecuado. Finalmente, el último tag colocado por el usuario, "ciencia" es excesivamente genérico en relación al fragmento que pretende rotular en el que se describe la metodología que utilizó Eratóstenes para calcuar la circunferencia de la tierra en el 240 a.C. En este sentido, una etiqueta más adecuada hubiera sido quizá "Eratóstenes" y en todo caso "historia de la ciencia".

Ahora bien, este nivel de imprecisión en el etiquetado masivo, tiene sus consecuencias a la hora de evaluar las eficiencias de una búsqueda.

¿Qué pueden hacer los desarrolladores?

  • Asociar las etiquetas a directorios controlados

Estudios empíricos (citados por Wichowski, 2009) compararon la eficiencia de la búsquedas en delicious.com (emblemático sitio en donde se comparten bookmarks y se utiliza el sistema de tags para la clasificación) con las de los directorios tradicionales. Se ha observado que los directorios han superado a las folksonomías en precisión y recordación. Sin embargo, cuando las folksonomias fueron asociadas a directorios de vocabulario controlado, la conclusión fue que en esta circunstancia, la eficiencia de las búsquedas se incrementaba.

  • Identificar usos diferenciados

Otros estudios determinaron que los usuarios eligen diferentes tags según estos sean para utilizar a nivel personal o para compartir con la comunidad en donde adicionalmente, acaban resultando muy importantes para que usuarios con intereses afines puedan encontrarse. Los perfiles en blogger son muy descriptivos de esta idea, ya que el listado de etiquetas es la clave para tejer una red social entre los bloggers. En estos casos, si bien las etiquetas no clasifican contenidos, resultan pertinentes para definir el perfil de los autores.




  • Asociar las etiquetas a las ontologías
Por otra parte, no puede perderse de vista además, que los tags utilizados en las las folksonomías, carecen de contexto. Esto no es un problema menor y resulta especialmente relevante en términos polisémicos. Imaginemos el caso un tag como "San Martín". Tenemos al menos tres significados posibles: uno histórico, otro tradicional-religioso y finalmente un tercero, geográfico.

Una de las posibilidades, a fin de resolver el problema de la descontextualización, es que los sistemas procuren vincular las etiquetas a las ontologías. En informática, se llama ontologías a un extenso y riguroso esquema conceptual (dentro de uno o varios dominios) cuyo objetivo es permitir y facilitar la comunicación entre diferentes sistemas. Veamos en nuestro ejemplo, muy sintéticamente de como podría construirse la contextualización:


  • Sugerir tags para entrenar al usuario
Y finalmente, otra posibilidad para mejorar la calidad de los etiquetados es el desarrollo de sistemas que faciliten la recomendación de tags, lo cual a su vez habilitaría una suerte de entrenamiento para la habilidad de etiquetar contenidos.


En síntesis, la suma de estos diferentes aspectos adecuadamente implementados, podrían probablemente, contribuir a que las folksonomías resulten más útiles y precisas.

Ver el artículo completo en Knol.

martes, mayo 26, 2009

I ♥ ubuntu

La primera vez que ví una computadora con interfaz gráfica amigable, fue una Mac. Era a finales de los años ochenta y comparada con una PC y el críptico DOS tan agotador y aburrido, la Mac, anclada en la intución del usuario, estimulaba la creatividad. Por eso, cuando ví el primer Windows instalado en una PC - que si mal no recuerdo, era la versión 3.0 y corrían los primeros meses de la década del 90 - la pura verdad es que no me emocioné demasiado.



Mac Plus (1987)



Windows 3.0 (1990)

El punto es que lo adopté como se adopta una mala imitación simplemente porque una Mac estaba a demasiada distancia de lo que mi bolsillo podía comprar. Y desde entonces fuí usuaria de Windows por casi dos décadas... hasta que el año pasado, un día, un día de esos en que uno tiene un pico de trabajo y todo parece conspirar contra nosotros a un nivel cuántico, tras una muy desafortunada actualización "se rompió" el Windows XP -instalado por el fabricante en mi Dell Inspiron - y simplemente, entré en pánico: la máquina no arrancaba. Les ahorraré los detalles más dramáticos de la anécdota, solo diré que el disgusto fue tal, que tomé la decisión que estaba rondándome desde hacía algunos meses: me divorcié de Windows para comenzar una nueva etapa en mi vida.

De Linux había escuchado hablar, había leído. Afinidad ideológica, por supuesto, no me faltaba. Sin embargo, sobran en la red defensores del software libre que no se animan a cambiar. Y yo no era la excepción. Ya hacía algún tiempo que había reemplazado el MSOffice por el OpenOffice, y el Fotoshop por el Gimp... pero la intuición me decía que pasarme a Linux exigiría de mí una actitud bilingüe: el mercado masivo es Windows-dependiente. Sin embargo, actualmente pienso que, los beneficios son muchos más que las molestias. No me arrepiento de mi divorcio ni mucho menos de mi nueva vida. Vale la pena ser diferente.

Yo soy porque nosotros somos


Ajustando definiciones con Wikipedia, lo correcto es decir que Ubuntu es una distrubución GNU/Linux -la más importante a nivel mundial- que ofrece un sistema operativo principalmente orientado a computadoras personales -aunque también proporciona soporte para servidores-.

Basado en Debian/GNU Linux, el objetivo de Ubuntu es la facilidad y libertad de instalación y uso, así como los lanzamientos regulares -cada seis meses-. Pero Ubuntu tiene sin duda, un sentido ideológico que no es para nada un tema menor...

Mark Shuttleworth

Ubuntu es una palabra de origen africano (Zulú y Xhosa) un poco difícil de traducir. Podría decirse que expresa una suerte de conciencia frente a al estrecho modo en que unos y otros nos necesitamos, porque justamente en eso reside el hecho de ser humanos. Este intento de traducción por sí mismo bastaría para decir que se trata de un término más que adecuado para para denominar a un proyecto cuyo propósito es popularizar un sistema operativo colaborativo y libre. Pero Ubuntu es además, un movimiento sudafricano encabezado por el obispo Desmond Tutu, quien en 1984 ganó el Nobel de la paz por su luchas en contra del Apartheid. Mark Shuttleworth, un empresario sudafricano, advirtió coincidencias entre los ideales de ese movimiento y los del software libre en general. Entonces, consideró que era una intersante oportunidad para difundir los ideales de Ubuntu, y de esta forma, se transformó en el mecenas de este ambicioso proyecto.


El slogan de Ubuntu es "Linux for Human Beings" (Linux para seres humanos) y sin duda eso es. Aleja a Linux de un sistema solo para "iniciados" y lo pone al alcance del usuario común. Al ser libre y gratuito además, representa una oportunidad invaluable para la democratización de las Nuevas Tecnologías.

Distribución actual de los sistemas operativos de usuarios particulares.

Sin embargo, Ubuntu aún no es lo suficientemente popular. Las grandes mayorías siguen fieles a Windows y temen cambiar quizá por aquello de "malo conocido". No ayudan mucho las rivalidades entre los linuxeros de pura cepa que consideran que Ubuntu banaliza al mejor sistema operativo poniéndolo al alacance de "cualquiera". A propósito de ello, leía otro día un debate subidito de tono por parte de un tal "azote" que le contestaba a un linuxero ofendido porque Google todavía no sacaba no sé qué servicio para Linux:

¿Cómo no vamos a ser los linuxeros ciudadanos de segunda, si para una vez que una distro (Ubuntu) empieza a hacerse medianamente popular en seguida salen los ‘talibanes linuxeros’ a tirarle basura encima? La llaman ‘Bobuntu’ o ‘Bugbuntu’ sólo porque ha cometido la ‘herejía’ de trabajar para acercar Linux a usuarios que no sepan manejar la terminal con la punta del cimbrel.

Mientras haya tantas peleas estúpidas entre Kaderos y Gnomeros, entre Debianistas de pura cepa contra ‘casuals’ ubunteros, no se subirá del ridículo 1% de presencia de Linux en los escritorios. Y por eso… ¿todavía te extraña que para Google (o Logitech, o Nvidia, o Ati, etc.) Linux no sea una prioridad?

Uno de mis cuatro escritorios en ubuntu con focalizador de atención en las ventanas.

Por cualquiera de las dos puntas, los defensores del software propietario y el lucro de las grandes corporaciones, o la de los "fudamentalistas linuxeros", en ambos casos, recelosos de los "derechos adquiridos", Ubuntu es, filosóficamente, impecable.

Pero, vamos a ser honestos... además de la afinidad ideológica que uno pueda tener con Ubuntu, la verdad es que no lo usuaría si no fuera realmente bueno. A seis meses de usarlo (pasé ya de la versión 8 a la 9) puedo decir que, comparado con mi viejo XP, es más rápido y más estable, se actualiza sin problemas, no necesita antivirus, tiene la prácticidad de los escritorios múltiples, la intalación segura de muchos paquetes de programas libres... y estéticamente es muy, muy atractivo.


En fin, he logrado rehacer mi vida después de mi divorcio de Windows. Y estoy enamorada.